Para los habitantes de las grandes ciudades, la naturaleza, es ese lugar que redescubrimos cuando salimos de la urbe hacia los espacios abiertos de los campos, las playas luminosas o las montañas solemnes. Sin embargo, la cámara portátil que muchos llevamos permanentemente en la mano, nos da la oportunidad de maravillarnos ante la vida natural que se nos revela aún en medio de rascacielos o un cuarto de baño. La naturaleza en su rol materno, es pródiga y se nos obsequia cotidianamente en donde menos la esperamos. Una luminiscencia sobre un pino vista un día de invierno en un estacionamiento de Aguascalientes, un arcoíris que nace en el reflejo de la puerta de una regadera, las sombras de un árbol que se mira desde el camión de pasajero, unas nubes que se miran vanidosas en un edificio después de una junta de negocios…
Esta exposición es una invitación a maravillarnos ante la naturaleza que vive en nuestra cotidianeidad.
- Román Esqueda
Dr. en Filosofía, Universidad Iberoamericana, México
Comenzó a interesarse en la fotografía y el arte desde una edad temprana. Fue pintor autodidacta desde la adolescencia, trabajando con técnicas como óleo, acuarela y técnicas mixtas (acuarela y pastel). Su padre le enseñó las técnicas básicas de fotografía en Blanco y Negro y el manejo de la cámara. Sus influencias principales han sido Leonardo da Vinci, Grünewald, Vermeer, Caspar David Friederich, Turner, Gris, Magritte, los impresionistas, el expresionismo abstracto norteamericano, entre otros. Su trabajo teórico nace de la filosofía de la pintura (Merleau Ponty) con los descubrimientos de las neurociencias de la imagen. Su fotografía ha sido expuesta en muestras colectivas organizadas por la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, en dos Exposiciones internacionales: “Tecnología Híbrida con colección fragmetos de la cotidianidad” (2020) y “Nuevos hábitos, nuevos espacios fragmentados” (La prosa de lo cotidiano. 2021).